El hipódromo y las carreras

El hipódromo de Varese nace en 1878 cuando el conde Gian Pietro Cicogna comunica al Intendente  Francesco Magatti la constitución de la Sociedad Hípica de Varese. El primer hipódromo fue construido en la zona de Casbeno para carreras de galope y de trote. La construcción del hipódromo de San Siro hace iniciar una  cierta competencia, y lamentablemente la renuncia al Criterium, la carrera reservada a los potros de dos añs; hubo que esperar la llegada del abogado Andrea Baragiola de Bustelli para tener un hipódromo nuevo en Masnago, caracterizado por el sentido de las carreras hacia la izquierda como en el resto de Europa y así la vuelta del Criterium a Varese.

El hipódromo se vuelve así un lugar de encuentro no sólo de la nobleza sino tambie'n de las masas, con gran e'xito de pu'blico, más allá de las expectativas. En 1908 se pone el problema de una ampliación de la estructura, y así se llega a  la construcción del hipódromo nuevo sobre otro terreno, el de le Bettole, en 1911. En los años 40 se constituyeron las “Escuderías Olona s.r.l.”, para realizar nuevos “boxes” para los purosangres durante las manifestaciones hípicas y los adestramientos. A fines de los años '60 se hace una modernización de la estructura ampliando la pista y modificando la varilla para ensillar. Hoy el hipódromo au'n es sede de encuentros de galope durante todo el año, en particular en verano.

Los jardines de Varese

En el corazón Estense

Varese viene llamada la Ciudad Jardín desde los tiempos de las vacaciones de las nobles familias inglesas entre el Setecientos y el Ochocientos. El Palacio, hoy sede municipal, y sus magníficos jardines dichos Estenses, deben este nombre a una visita de Francisco III de Este, duque de Módena y administrador del Ducado de Milán. Quedo así impresionado por la belleza del lugar que pidió la ciudad a María Teresa de Austria, comprando la mansión de Tommaso Orrigoni luego restaurada por el arquitecto y encargó del restauro al arquitecto Giuseppe Antonio Bianchi con la intención de transformar la mansión en un palacio de corte. Se realiza así el jardín romántico, entre los más bellos de Lombardía, con caminos, macizos de flores, arbustos de boje y juegos de agua y árboles monumentales de gran valor. En su cima se encuentra la torre Belvedere, un tiempo de propiedad de los marqueses Litta Modignani y la mansión Mirabello construida por el Conde Gaetano Stampa de Soncino, luego cedida a los Litta Modignani y hoy sede del Museo Arqueólogico, con su bellísimo parque, que contiene árboles ultracentenarios entre los cuales el magnífico cedro del Líbano, algunas magnolias, camelias, tuyas y encinas.

Parques y mansiones que no hay que perder

El tour en la ciudad de Varese, dejadas las sillas de montar y los caballos en la escuderia, no pueden prescindir de estos lugares elegantes y ricos de historia y fascinación, de esencias botánicas preciosas y de sugestiones inolvidables.

• El Parque y la Villa Toeplitz: situados en la localidad Sant'Ambrogio, al pie del Sacro Monte, con juegos de agua, especies botánicas exóticas, piscinas y fuentes.
• El Parque Mantegazza y el Castillo de Masnago: parque en estilo inglés, con hayas, hipocastáneas,robles,carpes y cedros; se entra al castillo,un tiempo fortificado, a trave's de un gran prado con juegos, es sede de exposiciones que mantiene un apreciable ciclo de frescos profanos lombardos, expresión del estilo gótico internacional.
• El parque de Villa Baragiola: la Villa Baragiola fue construida en la primera mitad del Ochocientos por la homónima familia milanesa. Su parque es excepcional, en parte en estilo ingle's con especies botánicas raras. En 1895 aquí el abogado Baragiola inauguró uno de los primeros hipódromos italianos, que se extendía hasta el área actualmente ocupada por el estadio “Franco Ossola” de Varese y de su amplia zona de aparcamiento. En los años 30 se construyó tambie'n una dacha en estilo hu'ngaro.
• El Parque de Villa Augusta: el parque resale a los primeros años del Novecientos, la vegetación se caracteriza por numerosos árboles majestuosos, entre los cuales algunos grandes cedros, que rodean un mirador en estilo neoclásico, un grupo de hayas y un ejemplar de alcornoque.
• El Parque de Villa Torelli Mylius: se caracteriza por gustos y estilos diferentes, el parque en el '800 estaba salpicado por macetas con cítricos y estatuas de figuras mitológicas.
  A principios del Novecientos una intervención de restauro lo transforma en un aute'ntico jardín paisajístico de 20 mil metros cuadrados.